26 de noviembre de 2012

Podcast: ¿QUÉ LE VAYA BONITO?

Podcast sólo para adultos y oídos nada castos

¿Qué le vaya bonito?

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- No sé si esos michoacanos tienen un sentido del humor muy negro, pero eso de andar despidiendo a Calderón con dedicatorias de canciones de José Alfredo, parece muy desagradable.

¿Quién en su sano juicio le puede desear que le vaya bonito a un presidente de México? Nomás vea usted que desde Salinas todos han salido repudiados, olvidados, prácticamente en la ignominia. El único con popularidad fue Fox, y eso por sus ocurrencias de decir babosadas al final del sexenio, porque al cabo ya se iba y le dejaba el changarro a Calderón.

Felipe Calderón Hinojosa entrará como salió: por la puerta trasera. Se la pasó inaugurando y viajando para insistir en legitimarse como un presidente popular, lo que no logró a base de sangre y fuego combatiendo a los narcotraficantes, quienes ya deben de tener a sus negociadores en el nuevo sexenio, al cabo que drogadictos siempre habrá y la cosecha de mota, como la de las féminas, nunca se acaba.

No sabemos si el mexicano promedio pedirá porque al presidente saliente le vaya bonito, porque nuestra idiosincrasia siempre ha sido prácticamente medieval: “¡Murió el Rey… Viva el Rey!”.

No sé si podemos celebrar que estemos rompiendo récords mundiales en violencia; que en 6 años nos convertimos en el país con más muertes por una guerra sin pies ni cabeza contra el narcotráfico; que al combatir éste, se diversificaría ya no sólo en vender tachas, coca y mota a la chaviza atascada, sino que pasaría al fino arte de la extorsión, el derecho de piso, el control de las suripantas, de los suripantos, de las mafias de taxistas, de los congales, las construcciones y creo que hasta venden tamales rancheros los domingos.

90 mil muertos, 25 mil desaparecidos en cifras oficiales. Pero en México lo oficial nos vale cacahuate y estamos seguros que deben ser más los caídos y desaparecidos porque aquí en México (en Veracruz hasta te lo “sugieren”) es mejor no meterse, resignarse y si es posible, entrarle.

Tampoco le deseo mal a Calderón. Será --según mis creencias espirituales y se joden-- que el karma le caerá como moco volador y le creará sus propios demonios. Que aunque fueron pocos, ahí están los reclamos de la gente por sus muertos y desaparecidos, inocentes o no, pero que ya no están con ellos.

Estoy seguro que también que no hay necesidad de desearle que le vaya bonito, más bien desearle que se vaya a la gaver, lejos de México, haiga sido como haiga sido. Al fin y al cabo tendrá 200 mil pesos mensuales de pensión, más los privilegios de tener a un pequeño ejército cuidándolo el resto de sus días, por aquello de que le jodió los negocios a los señores del narco.

Como van las cosas, en lugar de andar deseando que le vaya bonito a Felipón, más bien deberíamos dedicarnos esa rola tan despechada a nosotros los mexinacos que nos quedamos, otra vez, perdidos en el tiempo.

Ojalá que nos vaya bonito a nosotros. México, con todas sus riquezas, no deja de ser un país saqueado, manipulado, clasista, donde unas pocas familias son beneficiadas al amparo de la tranza y la corrupción. ¿Nombres? Son harto, sólo digamos que todas están en la clase política.

Ojalá que nos vaya bonito. Las nuevas generaciones que creen que Peña debió haber ganado porque es muy guapo, ahora sentirán eso que le meten a las embarazadas nueve meses antes.

¿Qué le vaya bonito? No manchen. Ni la burla perdonan, me cae, verdad de Dios.

23 de noviembre de 2012

Presentarán Libro de Café Literario Minatitlán

Estamos Jodidos Mexicanos

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.Aunque ya le dijeron que hay cosas más importantes que sus ocurrencias mañaneras después de una peda presidencial oyendo a su cuate Joaquín Sabina, el presidente Felipe Calderón está plenamente convencido de que ya no nos debemos llamar Estados Unidos Mexicanos, porque en México, como en todo el mundo, nos conocen como mexicanos, hijos del nopal y fervientes admiradores del Chicharito.

Es como al futbolista del Manchester efectivamente le pasó… ¿Para qué carajo ponerle en la playera Javier Hernández si suena más chido Chicharito?

Pero el debate se centra entonces qué pasará con tanta documentación que dice ahí clarito ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. ¿Se imagina usted volver a imprimir pasaportes, actas de nacimiento, certificados, títulos? No vaya a ser que todo esto va a acabar como reciclaje y vaya directamente, como las boletas del IFE, a convertirse en papel “paca”…

Esto del cambio de nombre, dijo Don Beltrone, no tiene la menor importancia. Que había cosas más importantes como meter a Peña en chinga al Congreso a tomar protesta y salir como diarrea directo al Palacio Nacional para evitar las naques del PRD y los pejistas.

Estudios más serios (o sea, chacota tuitera que ya la ven como apestadita en Gobierno del Estado) indican que puede ser viable el cambio de nombre y de "México" pasemos a ser "Chapolandia" o "Estamos Unidos Los Zetas".

El nuevo nombre de "México" tambíen puede ser "República Propiedad de Carlos Slim" o "Somos territorio Telcel"

O como dice una periodista sureña: “¿Y si cambiamos el Himno Nacional Mexicano por una "sabrosa y pegajosa" rola de Pitbull? Ya tu sabe Mexico”… Y ya que andamos cambiando los nombres y eso, propongo que el nuevo escudo de la insignia nacional sea ¡Una Gaviota!

Tal vez si ponemos a votación el nuevo nombre de México en Latinoamérica, el que triunfaría sería “Qué bonita vecindad” o “República Don Ramón” o “Nación Se Me Chispoteó”, y esto porque el Cat fue testigo de que allá en el cono sur, rumbo a la Patagonia, Chespirito es algo así como Dios.

Aunque quizás tiene razón El Padrino Don Beltrone: hay cosas más importantes que andar cambiando de nombre, himno y bandera.

Por ejemplo, óyeme tú, Benedicto, ¿cómo está eso de que no había ni mula ni buey en el nacimiento? ¿Ora qué chingao pongo en el arbolito? ¿A quién le pido descuento por dos figuras inservibles? ¿Se va a prohibir la canción del “Arre Borriquito”?

Y estoy seguro que sí hubo por lo menos una mula y un buey, porque esos nunca faltan en esto que llaman vida.

* Gracias a @catmorales007, @ChispitaMX, @Isra_ortega y @Oscar_Fuentes_O.

20 de noviembre de 2012

De mecos, mocos y chicles

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.Ni hablar. Es tiempo de que todos paguemos impuestos como se debe. En este trinche país, todos los mexinacos nos hacemos weyes a la hora de devolverle a la patria tanto que nos ha dado.

Es por eso que apoyo la propuesta del diputado por Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, cuando plantea --y eso que el diablillo decía que no sabe qué es “legislar”-- que se le cobre un impuesto especial a los chicleros porque su despreciable producto se pega en las banquetas y calles y son muy difíciles de quitar.

En entrevista imaginaria, Clorets dijo que no había pedo, igual los Adams, al cabo que están forrados de lana. La hicieron de jamón los Motita y Yucatán, prácticamente en quiebra porque en los Oxxos prefieren vender pura golosina gringa.

No se ha explicado si la goma que se produce en abundancia en la zona de Las Choapas también afectará a los productores, que nada tienen que ver con los cochinos hábitos de a quienes les apesta la boca por no lavarse el hocico.

Apoyo a Juan Manuel Diez Francos, la neta, y eso que decía que no sabe para qué es eso de la Cámaras de Diputado, pero él muy orondo pone las nalgas sobre el curul.

Debe ser que Orizaba es perfecta. Es casi un virreinato. Como van las cosas, Diez Francos prohibirá el paso a los vendedores de chicles… ¡Ah chingá, ya lo hizo!

Debe ser que su odio a los chicles viene que algún malcriado le pegó uno en el cabello y entonces le costó uno y la mitad del otro deshacerse de esa goma a través de un tijeretazo.

Pero como los traumas de Diez Francos no interesan, mejor lo apoyo.

Es más, propongo que también sea general para toda sustancia viscosa, pegajosa, asquerosa que sea adherida a un edificio, sea público o privado, y que incomode a terceras personas.

Propongo que se cobre un impuesto especial a los que dejan mecos en los moteles. Es verdaderamente desagradable (me han contado) que luego se ande amando entre sábanas que no fueron bien lavadas o que en su defecto huelen a semen.

Propongo que los kinders paguen tributo virreinal por todos esos fastidiosos chamaquitos que andan embarrando los mocos en las paredes, y que andan haciendo bolitas como si fueran de plastilina. Los padres deberán también hacer la limpieza de las cochinadas de los mocosos.

Que se cobre un impuesto especial por los gargajos, especialmente por aquellos que fueron producidos con refresco de cola o la leche. Son más viscosos y desagradables a la vista.

Se prohíbe la gripa o en su defecto pagarán un impuesto especial por deambular por las calles de México. Ya no serán válidos los fluidos derramados por la nariz o boca. Persona que haga presente una secreción verdosa amarillente, espesa y abundante, y lo derrame sobre la calle, se hará acreedor a una multa, cárcel o una terapia de Diez Francos o su chalán Hugo Chahín.

Todos los estudiantes que peguen los chicles en los mesabancos serán reprobados automáticamente por promover conductas pegajosas. Las prostis en lugar de chicle, masticarán hojas de coca, especialmente traídas de Bolivia… Sí, ya se va a legalizar, y ya hasta los narcopolíticos están viendo cómo le invierten en Colorado y Washington con eso de sus relaciones fufurufas.

Aquel chicle que sea encontrado en la calle, será acreedor de un examen de ADN para saber quién fue el marrano o marrana que lo dejó tirado.

En fin, como el diputado Diez dice que no sabe qué es legislar, pues aquí les pasamos unas ideas, al cabo que comparto lo desagradable que es un chicle en el zapato o en el pelo.

So, ¡vete a la gaver, Bubaloo!

Borrador


Niko

12 de noviembre de 2012

Orgullo rockero xalapeño

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Laura Haddad es una de las reporteras veracruzanas más activas de la fuente cultural. Quizás el periodismo más difícil de todas las fuentes, porque se necesita verdadero conocimiento de lo que se pregunta, cómo preguntarlo y tratar a personalidades que tienen una forma muy sensible, táctil, de ver la vida, aceptar sentimentalmente los cuestionamientos, porque son artistas en todos los sentidos.

Desde hace unas semanas Laura ha estado promoviendo lo que es un orgullo verdaderamente xalapeño para los fanáticos del rock: el grupo La Manta, nacido en la Atenas Veracruzana, será el telonero de Robert Plant, ni más ni menos que el legendario vocalista del quizás más legendario grupo de rock and roll de todos los tiempos: Led Zeppelin, quien este lunes da un concierto en la Ciudad de México.

Y esto, para los apasionados de la música, melómanos de corazón Fender estridente y Gibson bluesera, es un gran logro más allá de las publicitadas bursatilizaciones que acaban en deuda o del Veracruz Seguro que censura realidades. Led Zeppelin es considerado (junto a Deep Purple, ambos británicos) pilar del rock como lo conocemos ahorita, incluso con sus variados géneros como el metal, el glam, el hard, entre otros. La chaviza que ahorita escucha Muse y piensa que Matthew Bellamy es el mejor guitarrista de todos los tiempos, debería primero ver lo que Jimmy Page hizo en sus mejores tiempos, sin ser jactancioso ni inventarse guitarras cuchufleteras.

Xalapa ha sido cuna de rockeros importantes como lo es Inglaterra con Plant, Zeppelin, Purple y Muse. La Atenas Veracruzana tuvo sus Avándaros en pequeño, hoyos funky a la veracruzana, y los toquines más densos se daban en Coatepec que era entonces más Pueblo Mágico que ahorita. Grupos de la época no recuerdo bien los nombres y los omito para no cometer errores, pero los rockeros sigue allí, son conocidos, se habla de ellos como parte de una leyenda xalapeña similar al Callejón del Diamante, sólo que de naturaleza clandestina.

Había un xalapeño sentado justo al lado de Alex Lora en su camioneta La Chata, cuando fueron detenidos allá en Chilangolandia por un poli de Tránsito. Éste le pidió identificación a los trinches gruñudos de la troca y cuando el tamarindo identificó al líder de El Tri, lo saludó ñerísimo, y lo escoltó cual biaipi en su motocicleta hasta el lugar de la tocada.

La Manta, narra Laura Haddad en su más reciente artículo, es integrada por Eloy Fernando (voz, jarana huasteca y guitarra veracruzana), Carlos Zambrano (bajo eléctrico, quinta huapanguera, voz y coros), Ramiro González (flauta transversa, sax alto, tenor y soprano, voz y coros), Manuel López (percusiones y jarana jarocha), Hiram Marcor (batería y percusiones). “Se formó en junio de 2009, en la ciudad de Xalapa. Se considera una agrupación veracruzana aunque sus integrantes son de distintas regiones del país (San Luis Potosí, Oaxaca, Tamaulipas y Veracruz) y su sonido se define como ‘una recreación’ de estilos tradicionales de la Música Popular Mexicana”.

Hoy La Manta se exhibe en un logro importante en su carrera, como ellos mismos lo definen. Son un orgullo, rockero, xalapeño sin tantas pretensiones, sin hacerse chaquetas mentales como la alcaldesa que recibe premios patito a su pedorra administración, de luces bajo los puentes y murales al quelite que se caen en el túnel bajo el parque Juárez.

Bien lo dice La Haddad: “Y lo sigo cacaraqueando no porque sean mis cuates o me guste su música, si no porque es bueno reconocer el talento de quienes lo merecen: La Manta es uno de los tantos grupos cuyos músicos andan en Xalapa como cualquier otro xalapeño (más xalapeño que ilustre) por Enríquez, sentados en El Cali u otro Café, haciendo lo que más les gusta: MÚSICA, sin aires de grandeza...”