27 de febrero de 2015

Live long and prosper, Leonard Nimoy

La primera vez que vi Star Trek

Antes de que hubiese "piratería" a lo bestia en mi natal Minatitlán, el Dr. Rodríguez Victoria --mi primer pediatra-- tenía su consultorio justo arriba de lo que todavía es VideoCentro, frente al parque Hidalgo; ahí mismo tenía un cuarto lleno de cintas Beta, pues era coleccionista de películas.

En ese entonces, le prestaba a mi mamá caricaturas para mi carnala y su servilleta. Como éramos morritos todavía, pues eran puras de Disney o de los Looney Tunes, pero de vez en cuando mi madre nos llevaba películas o series con marionetas referentes a aventuras en el espacio.

Consultorio del Dr. Rodríguez Victoria (saludos hasta donde esté)

Entre esas curiosidades vi por vez primera "Star Trek: En Busca de Spock", que creo es la tercera en la saga (confieso que no soy un gran conocedor ni un trekkie devoto) y ya se imaginará como andaba uno en los siguientes días jugando a teletransportarse o tratar de hacer el saludo vulcano.

Creo que desde esa edad ya me gustaba mucho eso del espacio, porque tenía un trailer con transbordador de la NASA, quería un RD-D2 de verdad, y recientemente tuve orgasmos al ver "Gravity" y chillé a moco tendido con "Interstellar".

Incluso en una de esas pensaba anotarme para el proyecto de vivir en Marte con eso de que no tengo Infonavit para conseguir una casa aquí en la Tierra; pero tengo promesas que cumplir y además Don Corleone dice que un hombre que no procura a su familia, no es un hombre completo.

En esa época, con berrinche infantil comprensible, exigí que me consiguieran las demás películas de Star Trek, algunas de las cuales pude ver en Imevisión (Hoy TvAzteca) y otras en el extinto formato de cinta que les mencioné.

Eso fue hace muchos años; de hecho recuerdo que estaba apenas en primaria y también en ese consultorio conocí lo que era un muñón, porque un niño paciente de Rodríguez Victoria había perdido la mano en un accidente y le preguntaba con curiosidad casi periodística cómo le había hecho para esconder la mano dentro del brazo...


Leonard Nimoy y los X-Files en Los Simpsons

En la adolescencia, ya lejos de Star Trek, volvimos a ver a Leonard Nimoy en Los Simpsons, en uno de mis episodios favoritos: cuando aparecen los X-Files con los agentes Mulder y Scully investigando al marciano que resultó ser el Sr. Burns bien puta drogado y con una saludable radiación color verde.

Leonard Nimoy en The Big Bang Theory

Y aunque al principio me negaba a ver The Big Bang Theory, la verdad que volver a ver a Nimoy en la tele fue otra vez detonante de recuerdos, como el verlo otra vez ya como un Mr. Spock viejito en la más reciente película de Star Trek con Chris Pine, Zoe Saldaña, Benedict Cumberbacht, Simon Pegg y Zachary Quinto como Spock.


LIVE LONG AND PROSPER, MR. NIMOY.

PD. Por cierto, rentar en VideoCentro en ese entonces era carísimo. El equivalente a 50 varos de hoy y la novedad fue cuando llegó el formato VHS.

15 de febrero de 2015

Apenas 20 años, patronas



Pablo Jair Ortega.- El tizne vuela desde temprano en la comunidad. Se respira tierra, se impregna el polvo; el humo de los transportes es espeso y negro como el de las chimeneas del ingenio San Miguel, destino final de la producción cañera local.

Amatlán está a un costado de Córdoba, la que alguna vez fue la próspera ciudad industrial por excelencia en Veracruz. Pasaría desapercibida si no fuese porque aquí existe un penal estatal llamado “La Toma” entre cañales y camiones atascados de carrizos. A unos pasos, en las terracerías, una comunidad pequeña, muy ferviente, llamada La Patrona, en honor la Virgen de Guadalupe.

Desde hace pocos años, un grupo de mujeres son el símbolo de este lugar. Hoy celebran 20 años de labor humanitaria atendiendo a migrantes (principalmente centroamericanos) que viajan a bordo del tren La Bestia, cuya vía parte a su comunidad en dos.

Un rosa mexicano viste a la barda del albergue, cuyas letras capitales rezan LAS PATRONAS. A unos pasos de la entrada se ven varias cajas llenas de bolsas con pan, tortas, botellas de aguas y otros comestibles. Es el alimento rezagado que no se pudo entregar desde anoche: el tren pasó vacío, sin ningún hambriento a quien arrojarle una bolsa.

Al fondo del albergue se ve una cocina al aire libre con ollas de tamaños industriales: cantidades enormes de frijol, puré de papa y huevos con ejote para el desayuno de las decenas de reporteros y representantes de organizaciones que han llegado para celebrar a Las Patronas.




Ahí está Daniel, un hondureño de 17 años que narra su travesía a pie desde Chiapas, donde logró encontrar trabajo “chapeando”; de ahí pasó a Tenosique, en Tabasco; que estuvo a punto de ser capturado en Acayucan, pero una señora lo ayudó confundiéndolo con un zapatero de Rodríguez Clara. Lo dejaron ir.

Desde el interior sale el padre Alejandro Solalinde, director del albergue “Hermanos del Camino” a saludar a los reporteros. Habla fuerte, como es su costumbre. Habla de lo peligroso que sigue siendo Veracruz para los migrantes y de la labor que estas mujeres tan valerosas han logrado concretizar.

“Para mi son 20 años de escuela evangélica, de congruencia cristiana, de testimonio de lo que sí se puede hacer; de una escuela de humanidad y de solidaridad que puede haber entre seres humanos; es una muestra que de lo que puede hacer una mujer misericordiosa, que pasa de ser una defensora, una mujer profética y de la nada, dar todo”.

Señala la contención como una estrategia de estado para asfixiar a los albergues que cuidan a los migrantes: cacerías humanas del Instituto Nacional de Migración, patrullas que les impiden el paso: “El plan de Peña Nieto --expresa-- es no visibilizarlos; es no saber si les pasa algo ni que se les preste ayuda”, en lo que considera un retroceso muy grave en materia de derechos humanos: “se habla muy bien en foros, pero no se cumplen”.




Sitúa al sexenio de Felipe Calderón como el inicio funesto de miles de desaparecidos en el país y que continúan en la actual administración. Toca a Veracruz: “es el primer lugar de desapariciones forzadas, de mujeres, de migrantes y quizás de reclutamiento de sicarios, pero no se sabe nada porque todo se tapa y todo se cubre”.

Advierte que en el futuro podría haber desagradables noticias: dos nuevos lugares donde se entierran cuerpos de manera clandestina, y eso sólo en la región de Córdoba, confirmado a Solalinde por el obispo Eduardo Patiño.

A su lado se ven al menos dos guardaespaldas cuya vestimenta difícilmente los ubica como miembros de fuerzas armadas. Lo que sí es que la Policía Federal envió una patrulla para vigilar. Una logística precaria, sencilla, tan humilde como el lugar. El padre Solalinde expresa no tener miedo: “Ya con todo lo que he dicho y abonado a la conciencia de la gente, me doy por bien servido… Además, les voy a decir una cosa: si me llega a pasar algo, ya me los chingué por adelantado” y suelta la carcajada.





Alrededor de las 11 de la mañana los padres se reúnen en una capilla hecha con láminas en la plaza principal del pueblo; ahí se visten con los ropajes tradicionales del sacerdocio con algunas variaciones: sotanas hechas de manta, túnicas franciscanas y estolas con bordados indígenas. Más fotos para la banda: el obispo de Saltillo, Raúl Vera; Martha Soler, de Movimiento Migrante Mesoamericano, Fray Tomas, el Padre Pedro, el Padre Prisci y el Padre Solalinde. Los flashazos, como rockstars.

Inician desde ahí una procesión de tres kilómetros hasta llegar al cuartel general de Las Patronas. La idea es sentir en carne propia el paso de quienes caminan diariamente al norte del país para buscar una forma más digna de vida. De hecho, el sol parece caer con aplomo, pero se siente una brisa muy fresca, muy peculiar de esta región montañosa. Oxigenante.

Las grises piedras entre los durmientes son las que mayormente hacen dar pasos en falso y enchuecan los tobillos. El olor de excremento de animales se va mezclando con el de humo de leña y basura que se quema en las casas que se encuentran a los costados. Los sacerdotes caminan y son acompañados por músicos tradicionales de Veracruz: jaraneros y huapangueros que van acompañándolos hasta que alguien grita “¡AHÍ VIENE EL TREN! ¡EL TREN! ¡EL TREN!” y todos a bajarse de las vías.







La imponente bestia de metal baja su velocidad porque viene de una curva. Los caminantes se ubican a los lados para dejarlo pasar con su imponente tamaño. Pasan uno, dos, tres, cuatro, veinte, treinta y dos, otros más y sólo un migrante está trepado en el viaje. Es la contención de la que hablaba Solalinde y lo confirman Las Patronas que ya estaban listas con las bolsas con comidas: antes se veían 300 o 200, ahora sólo llegó uno.

En un altar predispuesto para la misa también se ve al Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración. Vinieron desde Acayucan y dicen que actualmente la repatriación se está haciendo en menos de 72 horas; con todo y despenalización ya no se les permite seguir adelante.

Ahí también está Claudia Ramón Perea, supuesta encargada del tema migrante en Veracruz, pero sólo llegó a tomarse la foto con Las Patronas. La que abandonó en el extranjero a decenas de estudiantes veracruzanos por no pagarles sus becas, es hoy la encargada de la migración en la entidad.

La procesión termina en misa. La mayoría son reporteros y unos cuantos habitantes de la comunidad. La misa la encabeza Raúl Vera, quien con todos los años encima, habla sin cansancio de cómo un grupo de mujeres transformaron la muerte en alegría y esperanza.

Y es que, como dijo el obispo de Saltillo: 20 años significan miles de migrantes.

11 de febrero de 2015

Autoreflexión, autocrítica y autodefensas necesarias



Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- En el reciente programa de “Polaca A La Veracruzana” conducido por los periodistas José Ortiz Medina, Manuel Rosete y Raymundo Jiménez, teniendo como invitado al también columnista Arturo Reyes Isidoro, se tocaron varios temas que no deben pasar desapercibidos para los medios y la clase política.

En dicho programa se habló claro sobre que efectivamente el estado se ha ganado la imagen de una entidad represora de periodistas, pero han sido por malas estrategias que el mismo Gobierno de Veracruz ha implementado desde un inicio.

De hecho, como van las cosas, el único legado --más allá del deportivo tan cacareado que tiene como elefantes blancos las instalaciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe-- será el de la administración donde más asesinatos y represiones contra periodistas ha habido.

Uno de los ejemplos más claros, expuestos por los periodistas antes mencionados, fueron el de la relación prensa/poder entre el otrora poderosísimo Fernando Gutiérrez Barrios, quien pese a su fama de ser el tenebroso conocedor de los sótanos del poder y la información política/policiaca, nunca arremetió contra un periodista e incluso personalmente atendía a cada uno de ellos. Que Don Fernando, siendo la leyenda que es, metió en orden y cesó a todo aquel que se atreviera a tocarle el pelo a un periodista; despidió a funcionarios de alto nivel que se atrevieran a arremeter contra un reportero o fotógrafo. Es decir, con toda firmeza hacía sentir que no se debía joder con la prensa.

Hoy los tiempos han cambiado y el menosprecio a la prensa es cosa de todos los días en Veracruz. Los “pinches medios” veracruzanos son, para muchos funcionarios, los enemigos naturales y han prevalecido las cerrazones, groserías y desprecios antes que la razón, el diálogo y el acercamiento. Es triste, pero es verdad.

En contraparte, este miércoles fueron detenidas unas supuestas reporteras que cargaban con medio kilo de marihuana en pleno centro histórico de Xalapa, mismas que fueron llevadas al cuartel “Heriberto Jara Corona” para su proceso legal. Según versiones, fueron ellas quienes se identificaron como Raquel Herrera Meza y Melina Baena Montoya , reporteras afiliadas a la Asociación Nacional de Periodistas Iberoamericanas.

Y es que independientemente de cada quien sus vicios y atasques, la charola no debería de ser garante de impunidad para nadie, como tampoco para esos políticos o juniors que son detenidos en los alcoholímetros y quieren usar sus nefastas influencias.

Aquí es donde debe entrar la autocrítica hacia el gremio, donde podemos ver que no todos los que se identifican como trabajadores de los medios de comunicación son necesariamente buenas personas, pues, insistimos, independientemente de lo que cada quién se meta a su cuerpo, hasta el momento la marihuana es ilegal.

Ese mismo ejercicio quizás también deba tomarse en cuenta para los casos de los periodistas muertos: ¿quiénes realmente son víctimas del ejercicio de su profesión y quiénes estaban hasta el tronco sirviendo a intereses de grupos criminales?; o peor aún: ¿quiénes están siendo usados como bandera para intereses perversos de grupos políticos contrarios al que ocupa el poder?

En fin, cada quién sus mártires. El ejercicio de autoreflexión y autocrítica tiene que prevalecer tanto en Gobierno, como en la clase política y medios, porque, sinceramente, como veracruzano no me siento orgulloso que mi estado natal sea considerado el peor territorio para ejercer el periodismo por mucho que me caiga bien o regular o de la gaver el gobernador.

Eso, definitivamente, tiene que cambiar “itso fakto”.

AUTODEFENSAS

En Veracruz está nuevamente creciendo el fenómeno de las autodefensas y para bien: vecinos vigilantes se han organizado para patrullar las calles de sus barrios y de esa manera contener la ola de delincuentes comunes que aprovechan el terror del narcotráfico para infundir miedo en las calles. Sí, ya sabe, de esos que se dicen Zetas y que se llevan con el Comandante Noséquemadres y sepa usted cuántas fantasías más.

Y es que la inoperancia de las corporaciones policiacas para atender las olas de asaltos y robos (y también el crecimiento de delincuentes ante lo cual no se ve una estrategia alguna), no son pocas las veces que recientemente se han visto detenciones civiles de raterillos de poca monta que se han salvado de ser linchados.

El estado, con sus instituciones, es rebasado por 8 millones de veracruzanos en un largo estado con población dispersa y muchos caminos que a veces pocos conocen. Es claro que dentro de los veracruzanos habrá algunos malos y éstos se convierten en azote de su comunidad, y ante la falta de presencia inmediata de policías (muchas veces coludidos con la delincuencia) ha crecido recientemente en Veracruz el fenómeno de las capturas de delincuentes comunes por parte de vecinos.

Y es que antes de espantarse de las autodefensas, bien valdría la pena entrarle al toro por los cuernos para poder capitalizar lo poco que queda en el resto del sexenio. Están dándose a conocer cada vez más las noticias donde son los vecinos quienes detienen a los delincuentes, y eso no habla bien las estrategias de seguridad en gobierno.

Por el contrario, hablan ya de una sociedad organizada dispuesta a detener por lo menos a los malandrines que azotan a sus vecinos; que ya no tienen miedo a cualquier soperutano que se dice “sicario”; y en una de esas, hasta a los policías ya no van a obedecer. Al tiempo.

9 de febrero de 2015

Escalan amenazas a periodistas y no hay quien amarre a los perros

Aquí nomás escondiendo narcofosas

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Xalapa, ya sin Hay Festival, se convierte en la capital de la entidad que se consagra como la más peligrosa contra los periodistas. Una entidad donde no sólo hay muertos (algunos por sus ligas con el crimen organizado, tanto así que llevaban a sus familias a las fiestas con los malosos o servían de enlace) sino que no cesan los acosos y las amenazas hacia los trabajadores de los medios de comunicación.

Son ya dos recientes amenazas veladas hacia dos comunicadores en Veracruz: a Verónica Huerta le mandaron un mensaje en celular: “PENDEJA DESPUÉS DEL MOISÉS SIGUES TÚ PERRA TE ESTAMOS CHECANDO”; y este fin de semana el periodista porteño de nota roja Daniel Orozco también recibió mensajes similares: “¡BÁJALE DE HUEVOS!”, “TE TENEMOS UBICADO”, “¡TE VAMOS A ROMPER LA MADRE!” Y “¡POR HOCICÓN TE VAMOS A PARTIR LA MADRE!”.

De hecho, éste último caso se agrava porque se detectó que al periodista pretendían secuestrarlo: un taxi y al menos tres personas estaban cazándolo por la zona de la Cruz Roja de Coatzacoalcos, pero logro advertir a los malhechores y éstos se dieron a la fuga.

No se entiende esta lógica, pero si la idea era ocultar las narcofosas en Coatzacoalcos porque es la tierra de la esposa del gobernador, entonces ya podemos imaginar el nivel raquítico de sentido común que tienen los funcionarios pese a los obvios cuerpos entre dunas.

Aquí escribimos que el caso del sur debe ser especialmente tomado en cuenta porque es ahí donde se están dando agresiones inusitadas contra los medios; algunos casos son incluso tolerados, como el caso de Las Choapas con el Diario Presencia, que es víctima constante de ataques del diputado Renato Tronco, seudo cacique del lugar.

A la par de esa situación, recientemente se dio la muerte de Moisés Sánchez Cerezo, quien ante la inoperancia de la Policía Estatal y cuerpos de seguridad para localizarlo con vida (más los operadores políticos que desdeñaron la labor de Moisés como taxista y dueño de una tienda de abarrotes), se convirtió en el nuevo mártir del Duartismo, junto a Regina Martínez Pérez y Gregorio Jiménez de la Cruz, quien acaba de cumplir un año de desaparecido.

Veracruz se está tornando preocupante por la gran cantidad de denuncias que existen recientemente por agresiones contra periodistas y que ya han alcanzado un nivel internacional con la carta de intelectuales, periodistas y escritores donde expusieron la realidad en Veracruz y obligó a los organizadores del Hay Festival a retirar la sede en Xalapa. No creo que haya sido lo mejor para la capital veracruzana, pues el “castigo” no afecta a Duarte ni su administración; pero los motivos que obligaron a tal clausura ya son conocidos en todo el mundo y eso lo minimizan en Palacio de Gobierno.

Y es que no se comprende hasta qué grado quieren llegar los funcionarios contra los periodistas… ¿Creen que matar a un reportero va a callar el contexto de violencia en Veracruz? ¿Qué ganan con amenazar, amedrentar y usar el entrenamiento policiaco/militar para intimidar a un informador?

No se entiende, ni se entenderá, hasta qué grado quieren llegar los agresores de periodistas; en su escasa inteligencia, no entienden que en nada ayuda la actitud gorilesca en un estado donde el periodismo está arraigado y cientos de comunicadores nuevos salen cada año de las universidades, conscientes ahora de que el entorno hostil los obliga a ser más combativos y a usar la tecnología para evadir la censura.

Es increíble que aunque el mismo gobernador Javier Duarte admitiera ante periodistas que su gobierno es el que ha tenido que lidiar con las redes sociales (como una suerte de pesadilla) las actitudes de sus subalternos sigan siendo las de gobiernos retrógradas del pasado: absolutistas, represores, intolerantes y como si vivieran todavía en el siglo XX.

Si bien hay organismos en Veracruz defensores de periodistas que no existen en otros estados de la república, esto no debe ser aliciente para que las agresiones sigan dándose. Es decir, no por el hecho de justificar que hay una Comisión o Fiscalía especial para los trabajadores de los medios de comunicación, esto sea pretexto para que se pueda seguir amenazando y agrediendo.

Veracruz incluso está perdiendo así mismo la oportunidad para hacer historia más allá de Comisiones o Fiscalías: en Irlanda, por ejemplo, el asesinato de la periodista Verónica Guerin en 1996, cambió para siempre la manera en que se procesa a la delincuencia organizada y por consiguiente la tasa de criminalidad se redujo un 15% en 1997 en Irlanda. El parlamento endureció las penas y se autorizó la confiscación de bienes a delincuentes. Un sólo asesinato causó cambios radicales en todo un país, pero aquí en la aldea, matan a un periodista y las cosas siguen como si nada, sin castigo ejemplar alguno.

Es por eso que ya se exige una voz con mando que diga abiertamente: “Ya basta de las agresiones contra los periodistas”, en lugar de hacer mofa de la realidad.

Una orden así, desde los más altos niveles (si es que hay lealtad al mando) debe ser simplemente obedecida, pero a los inmaduros funcionarios, neófitos políticos, de la actual administración no les cae el veinte de que conforme pasen los días, más cerca estarán de entregar sus respectivas oficinas. Es más, sienten que van para largo.

Lo que está pasando en Veracruz es inédito. Peor aún: está escalando por la impunidad y permanencia en el poder, pero no hay nadie que amarre a los perros.

6 de febrero de 2015

Salud de Pitol, prioridad; adiós Hay Festival Xalapa

Se fue el Hay Festival, pero tenemos a Pitol

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- El escritor Sergio Pitol sigue recuperándose en el Hospital Ángeles de Xalapa, de una complicación de tipo digestivo. La crisis más fuerte, según sus médicos, ya pasó y aunque continúa delicado ya está estable, con una evolución satisfactoria. Sergio Pitol está todavía vivo y se encuentra todavía entre sus amigos y gente que lo aprecia, porque ha sido muy generoso con ellos durante toda su vida.

Sergio Pitol Demenegui, entre otras tantas cátedras en su vida, recientemente daba cursos de Literatura Rusa, Teatro Novohispano y Cine y Literatura en la facultad de Letras de la Universidad Veracruzana, la que considera su casa por elección. Algunas veces, como parte de sus enseñanzas, invitaba a sus alumnos a su domicilio particular para enseñarles su vasta colección de filmes y libros, y compartirles sus anécdotas o incluso regalarles obras.

No son pocos los alumnos que han llegado a convivir con Sergio Pitol al grado de llegar a ser sus asistentes personales. Muchos también, gracias al maestro, fueron o son becados por las cartas personales que el ilustre envía a institutos y universidades para solicitar el apoyo. De ese nivel es el peso de Pitol.

Sergio Pitol es igual humilde ante toda la gente que lo saluda en Xalapa cuando camina por sus calles. No son pocos quienes se detienen a saludarlo o a solicitarle si se puede tomar una foto con él, a lo que accede sin problema ni hipocresías. Su sencillez, su humildad, son magnánimas.

Quienes han logrado tener una plática con él, pueden dar cuenta de que es un gran conversador. Que una sola pregunta tiene una respuesta casi de 15 minutos y así podían pasar las horas con muchos temas. Su disfasia progresiva tampoco es secreto de estado, pero tampoco está mudo y mucho menos incapacitado.

Por si esto no bastara, el maestro Pitol se ha distinguido también por ser un gran protector de los animales sin necesidad de protagonismos radicales, haciendo esta labor fuera de los reflectores y desde mucho antes de que se pusiera de moda el No Maltrato. Él fue de los primeros que ayudó a la fundación de un albergue para refugiar a perros callejeros.

Sergio Pitol ha sido generoso con sus amigos y sus colaboradores por muchos años. Otra muestra de su generosidad es que ha decidido vivir en Xalapa, porque él se considera veracruzano. Sin duda su opinión hubiese sido clave para decidir si debería o no quedarse el Hay Festival en Xalapa, que finalmente fue retirado de la capital veracruzana este viernes.

Sus verdaderos amigos están más preocupados por la salud y evolución del maestro, y contemplan con verdadera desolación cómo, en vez del restablecimiento de su estado físico, el tema ha sido el resguardo de sus bienes. Elena Poniatowska lo expresa claro en su cuenta de Twitter: “Sergio Pitol siempre ha sido el capitán de su nave, su único problema es el del lenguaje… Su legado hay que atesorarlo, no disputarlo”.

Porque, hay que insistir, Pitol ni está muerto ni está incapacitado mentalmente como quieren hacer pensar aquellos que zopilotean sus obras: tanto el primo que le inyectó un medicamento poniendo en riesgo su vida, como el funcionario que se trepa a los hombros de los gigantes.

Tampoco se vale que a través de medios nacionales, con una gran irresponsabilidad informativa, se esté deshonrando la vida de dos mujeres ampliamente estimadas en la comunidad académica y estudiantil como son Nidia Vincent Ortega y Elizabeth Corral. La primera, ex directora de la Facultad de Letras de la UV; la segunda, una académica e investigadora reconocida; ambas amigas personales de Pitol.

Y es que la salud del escritor es la que debe prevalecer en estos momentos más allá del pleito de folletín y telenovela que se preocupa más por la herencia del maestro Pitol, como si éste ya hubiese partido.

Porque es triste que antes de destacar que Pitol está evolucionando bien o que se pida por una pronta recuperación absoluta de su salud, el altercado es para decirse beneficiario, albacea o dueño de las obras del maestro.

Pitol sigue vivo y esperamos que por muchos años más.

ADIÓS HAY FESTIVAL XALAPA

Este viernes finalmente los directivos del Hay Festival Xalapa han decidido retirarle la sede a Xalapa para realizar una edición “digital”. La capital veracruzana era una de las ciudades privilegiadas en el mundo donde se realizaba este evento cultural, académico e intelectual, junto a Budapest, Hungría; Kells, Irlanda; Segovia, España; Aarah, en las Maldivas; Kerala, India; Dhaka, en Bangladesh; Cartagena, Colombia; y Beirut, Líbano.

Hace unos días, un grupo de escritores e intelectuales enviaron una carta a los directivos del Hay Festival para pedir el retiro de la sede por ser un lugar donde no se garantiza la libertad de expresión y también por ser la capital de la entidad en donde más han matado periodistas en los recientes años.

La respuesta oficial fue paupérrima: la entonces posible cancelación del Hay Festival en realidad no era algo que al gobierno le preocupara.

Para empezar, mandaron a los hoteleros en un boletín de risa diciendo que ellos sufrirían las consecuencias porque el Hay Festival trae mucho turismo a Xalapa… ¿De cuando acá llegaron las hordas de turistas a la Atenas Veracruzana? El Hay Festival es un foro netamente local o regional; no es Cumbre Tajín ni un concierto masivo a donde lleguen cientos de miles, pero esa fue la óptica de entrada con la que quisieron defender de manera oficial la estancia del Hay Festival.

La respuesta del gobierno fue nula, desinteresada, del nivel intelectual de sus titulares. Hasta hace unas horas enviaron un boletín --ya demasiado tarde--lamentándose de la situación, pero no se vio ningún movimiento real, no se escuchó una voz con autoridad para pedir que el Hay Festival permaneciera en Xalapa.

Lamentable la cancelación, pero más lamentable que la realidad de Veracruz sea la causante: deudas, inseguridad, violencia, censura, persecución a periodistas, enriquecimientos inexplicables, etc. La opacidad e impunidad como estandartes.

Pero como diría mi querida Elsbeth Lenz: “La cultura no es prioridad”.

4 de febrero de 2015

¿Quién envenenó a Sergio Pitol?

Sergio Pitol

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Una fuente de muy alto nivel nos confió un dato escalofriante: a Sergio Pitol Demeneghi, premio Cervantes 2005, y uno de los más grandes escritores mexicanos de todos los tiempos, "se le suministró durante cierto periodo de tiempo un medicamento que puso en riesgo su vida"

El tema de por sí es delicado, pero no es mentira. Lo saben las autoridades de alto nivel en Veracruz, pues son ellos quienes, de manera muy discreta --a petición del círculo más cercano al escritor-- pidieron que Gobierno del Estado se hiciera cargo del escritor y maestro.

Según versiones, la presunción del suministro de un medicamento indebido puso en grave riesgo al ilustre escritor a quien pese a su avanzada edad se le podía ver caminando por las calles de Xalapa o Coatepec, con un semblante muy sano. De repente, de unos meses para acá, cayó gravemente enfermo e incluso fue llevado al extranjero para aplicarle un tratamiento urgente por su repentino mal estado de salud.

De regreso a su adorada Xalapa, Pitol siguió con su vida normal, un poco convaleciente, pero recuperado de la fuerte crisis. El problema es que al paso del tiempo el maestro se volvió a sentir mal y nuevamente fue sacado del país para su recuperación. Se cuenta que no fueron pocas las recaídas que Pitol Demeneghi tuvo en los últimos meses y que también por eso estuvo saliendo del país: para ser intervenido por médicos extranjeros que lograban estabilizarlo y regresarlo a México.

El asunto se comenzó a investigar más a fondo: era imposible que tantas recaídas fuesen por problemas de salud debido a su edad, sino que ya recaía en la sospecha de que fuesen provocados.

Las miradas inmediatamente comenzaron a dirigirse al círculo más cercano, a quienes tienen acceso a los alimentos o medicinas, y quienes lo cuidan personalmente. También comenzaron con la revisión de los papeles personales del maestro y quienes serían los beneficiados con su muerte. Sí, como una novela policiaca.

Al maestro Pitol, mientras tanto, lo resguardó el Gobierno de Veracruz a través del DIF Estatal.

Si bien todo había quedado en el ámbito de la más absoluta discreción, trasciende el rumor de que un primo sería el que “enfermó” al tío Sergio. (El primo ahora contraataca y busca que declaren a Pitol incapaz de valerse por sí mismo e incapacitado para tomar decisiones sobre sus bienes y sobre su obra literaria y es él quien acusa a las personas que lo tienen bajo su cuidado, de haberlo secuestrado).

Por eso sorprende que ahora familiares pidan nuevamente su custodia y hagan denuncias en los medios de comunicación, cuando en un principio (dice la fuente) pidieron a las autoridades que no se hiciera escándalo; que el asunto quedaría en familia y así se respetó en un acuerdo de caballeros.

Mientras tanto, al cierre de esta edición, al maestro Sergio Pitol, tras superar un mal intestinal, se encuentra actualmente en etapa de observación en el Hospital Ángeles de la ciudad de Xalapa. Tiene 81 años.

Anteriormente ya nos habían platicado que el maestro se perdía en aulas de la Facultad de Letras de la Universidad Veracruzana mientras se dirigía a dar su tan apreciada cátedra (no cualquiera puede presumir que recibió clases de tan ilustre personaje o que lo haya llevado a su casa para convivir entre la gran colección de libros y películas). Algunos lo adjudicaban a la avanzada edad, otros a que sencillamente es un genio y los genios se distraen muy seguido.

Hoy la noticia de su grave estado de salud mantiene a muchos tristes (aunque algunos no entiendan el significado de tristeza y la reduzcan a ser una miserable palabra); Pitol es quizás el último de esa gran generación de escritores mexicanos de la época moderna emblemática del siglo pasado, en cuyos estantes se encuentran las obras de Gabriel García Márquez, Juan Rulfo y otros grandes entre los que Pitol figura.

La vida de Sergio Pitol es digna de una novela, pero no con este final tan doloroso. Al parecer y sin importar el grave estado de salud del escritor, la familia se apresta a presentar batalla y una andanada de demandas, precisamente contra quienes velan por la salud del escritor.

Le deseamos una pronta recuperación.

3 de febrero de 2015

Hay Festival y Xalapa, más grandes que cualquiera

Salman Rushdie estuvo el año pasado y habló fuerte sobre la violencia a periodistas

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- La petición para que se retire el HAY FESTIVAL de Xalapa seguramente tiene a más de uno triste, especialmente para esos devoradores de libros en una ciudad tan culta.

Se entienden las razones para la propuesta de que el Hay Festival sea retirado de la capital jarocha: Veracruz no está en su mejor momento, o al menos esa es la apreciación para muchos sectores que han evidenciado problemas financieros o de seguridad.

En lo personal difiero de las razones para pedir que el Hay Festival deje de estar en Xalapa: creo que la histórica ciudad es mucho más que sus conflictos y gobiernos presentes. Es una de las ciudades más cultas del país, es capital estudiantil y cuna de movimientos como el Estridentismo (fundado por Manuel Maples Arce) y el Surrealismo: lo confirmó el Premio Nobel de Literatura 2008, Jean-Marie Gustave Le Clézio, quien aseguró que el movimiento surrealista no surgió en Francia, sino en Veracruz, y lo dijo precisamente en el Hay Festival del 2012.

El mismo Le Clézio subrayó que “la entidad es un centro cultural muy importante en México, además, un centro indígena extraordinario con un pasado prestigioso”.

En pocas palabras: el Hay Festival es más grande que Javier Duarte de Ochoa y esa dimensión no debemos perderla, porque los mandatarios y el poder político son temporales.

Es cierto, no podemos negar la situación de una triste estadística de periodistas muertos y amenazas que siguen por parte de grupos de poder a quienes trabajan en medios de comunicación. Se entienden las razones, pero no se comprende cómo justificar que un evento de tal magnitud abandone su sede en Xalapa.

De entrada, si el asunto es por la violencia y la censura ¿en qué parte del país se está libre de estos dos factores? Estados que podían presumir de estar exentos de eventos violentos, como Yucatán, hoy están padeciendo los mismos problemas que otras partes de la república, quizás en menor escala mediática, pero con los mismos riesgos.

¿Es por la censura en medios? ¿En verdad creen que en el resto de las entidades hay plena libertad de expresión? ¿Creen que los periodistas que no viven en Veracruz están absolutamente comprometidos con la verdad? Hay lugares como Tamaulipas donde de plano ni se tocan ciertos temas como el narco porque sencillamente es tabú.

Xalapa por algo llamó la atención de la comunidad internacional; no nos imaginamos otra ciudad que pueda cumplir con el perfil de una ciudad tan culta como lo es la Atenas Veracruzana, pero que además tenga por sí misma tanta historia e importancia en el ámbito cultural y académico. No nos imaginamos que el día de mañana los organizadores internacionales del Hay Festival den como sede Cancún o Acapulco. Además, no debemos perder de vista que Xalapa fue escogida sobre lugares como el Distrito Federal.

Sí entendemos la postura de una libertad de expresión mermada: que a los invitados se les sugiera no hablar de ciertos temas (aunque algunos han rechazado presiones por parte del gobierno) o pensar que por el simple hecho de que hayan eventos de esta naturaleza, los políticos crean que se ignoran las trágicas realidades veracruzanas.

Sí entendemos que lo anterior es una lógica muy burda, pero los invitados del Hay Festival --los de peso-- tienen las tablas para sortear cualquier tipo de adversidad, censura o incluso desorganización dentro del mismo. Por eso son magnánimos y se les respeta en el mundo.

Un ejemplo: ha quedado en el plano de lo anecdótico, pero se sabe que la logística a cargo de la Secretaría de Turismo de Veracruz ni siquiera busca en internet la foto de los conferencistas y han ocasionado problemas para su recibimiento, traslado y hospedaje. Todo porque el personal que trabaja para el secretario de Turismo, Harry Grappa, peleados con la cultura, no saben ni siquiera a quién van a recibir.

Incluso me atrevo a pensar que sería ilógico querer clausurar el Hay Festival Xalapa, cuando es un foro donde el intelectual, el académico, el escritor o el periodista puede sentarse a decir lo que quiera y demostrar que son libres. Pedir la remoción de la sede es como un acto de autocensura en un estado donde se pide a gritos la libertad de expresión contra de los males perversos que la acosan.

Censurarse a sí mismos también es un acto que indigna porque no todos tienen la posibilidad de viajar para conocer a sus escritores favoritos, pero sí tienen la gran ventaja de vivir en una ciudad como Xalapa que ya tiene este evento en su agenda anual.

Quizás la propuesta de que el Hay Festival se retire de Xalapa vaya más en el sentido de problemas de organización que han sido palpables cuando de última hora han cancelado importantes personalidades, recayendo en el sospechosismo de que realmente no los invitan a tiempo o es pura farsa lo de que vienen autores que ni siquiera están enterados de su participación; luego entonces, los futuros invitados ya estén planteando sutilmente no venir para la próxima edición del 2015.

Lo anterior figura porque algunos de los que ya participaron en ediciones anteriores no firmaron la carta donde se pide que el Hay Festival sea retirado de Xalapa, sino que posibles invitados desde este momento están desairando su participación a sabiendas de lo que implica venir a Veracruz. Esto se subraya debido a que en estas fechas --según una fuente bien informada en la materia-- es cuando se va definiendo el cartel de invitados, que para el mes de mayo debe estar listo y anunciado.

También por eso resulta extraño que la petición esté cercana a los tiempos electorales, y más cuando hay un gran antipriismo (y antiduartismo) entre la comunidad intelectual.

Ahora lo importante será ver la reacción del gobierno; ver qué sucede en los días que transcurren. Hay gente que realmente ha puesto todo su empeño para realizar el sueño de tener la sede del Hay Festival en la capital de Veracruz, con todo y que tienen que lidiar con el burocratismo, como para que así de golpe a Xalapa se le mande por un tubo.

Repetimos: Xalapa y su Hay Festival son más grandes que cualquier gobierno; es ahora cuando se deben aprovechar esos espacios y no llevar la indignación particular a la censura general de un pueblo ansioso por escuchar verdades.

1 de febrero de 2015

No fue un domingo cualquiera

Ana Lilia Landa Hernández

Pablo Jair Ortega - pablojairortegadiaz@gmail.com.- Vaya que este domingo fue de lo más raro en Veracruz. No fue un domingo cualquiera y déjeme decirle porqué.

Alrededor de las 4 de la mañana suena el Nextel: “Hubo una fuerte explosión. Se habla de varios muertos”. De inmediato a prender computadora, en medio de la madrugada fría del Distrito Federal. La familia durmiendo, pero con el sobresalto de la llamada y de que el voluminoso cuerpo de Pablo Jair se levantara con agilidad entre la oscuridad. Neta: así como Batman.

El asunto: una acumulación de gas en una carnicería que generó una fuerte explosión y destruyó tres humildes viviendas, dañando una decena más.

Esta semana ha sido verdaderamente trágica en cuanto al gas doméstico: el 29 de enero se suscitó una fuerte explosión en el hospital materno-infantil de Cuajimalpa, en la Ciudad de México, donde el corazón se parte porque los más afectados fueron bebés, personitas recién llegadas al mundo y que ya tuvieron su primera tragedia.

Curiosamente, el 31 de enero de 2013 se cumplieron dos años de la terrible explosión en la Torre de PEMEX, donde fallecieron 37 personas y causó daños terribles a la estructura de uno de los edificios anexos. Aquí, el procu Murillo Karam (el abuelito consentidor que deja que su nietecito agarre a madrazos a mujeres y no pasa nada) dijo también que fue una explosión de gas, aunque la teoría también quedó como intragable, infumable.

Le tocó a Xalapa y lamentablemente a Edwin Antonio Rivas Tejeda, quien a esas horas de la madrugada caminaba precisamente frente a la carnicería “El Dique” y le tocó la mala suerte de recibir de lleno el impacto, que lo llevó a quedar debajo de una camioneta que estaba estacionada enfrente de dicho changarro.

El escenario de desastre ya lo habrá visto usted en varios portales: un enorme cráter creado ¿por un sólo tanque de gas?… No, resulta que los tablajeros también vendían carnitas y en una imagen de Google Street se les ven varios cilindros en la calle, operando sin ningún cuidado.

Pero la sorpresa no terminaba ahí: frente a la carnicería, en una casa que resultó con daños en ventanas y puerta que quedó abierta por la explosión, se descubrió el cuerpo momificado de la señora Ana Lilia Landa Hernández, de 62 años, quien de acuerdo a vecinos de la zona, tenía desde noviembre de 2014 que no la veían por la zona. Se infiere que la señora vivía sola y así murió: en el olvido y la indiferencia.

El desastre fue visitado por el gobernador Javier Duarte y su esposa; el alcalde de Xalapa también estuvo presente. Gobierno del Estado va a apoyar a los afectados. Américo dijo que sólo los que pagaron predial. Kool-Aid.

También por ahí llegó Elmo, la ex alcaldesa, quien seguramente con un dolor muy profundo visitó la zona y no porque va a ser la candidata a la diputación federal. Seguramente que no.

Mientras tanto, en las fiestas de Tlacotalpan (léase con voz de locutor de serie de los 50s)… ¡Santos Malpicazos, Batman! ¡Se cayó un helicóptero en el Papaloapan! ¡De Grupo FM!...

Allá en “La Perla del Papaloapan” otra vez el mapping es la estrella; ya sabe: la proyección de imágenes usando la iglesia de Tlaco como pantalla, respetando el diseño de la misma. Chulada de representaciones y hasta el más huraño, crítico e independiente admira; bien también por el tradicional encuentro de jaraneros; mal por el cartel artístico porque no se ve una fiesta netamente tlacotalpeña: parece concierto de la K-Buena.

Mientras tanto, en la hermosa Coatepec (léase otra vez con voz de locutor de serie de los 50s)… ¡Santos Juanelazos, Batman! ¡A Coatepec se lo está llevando la gaver desde que llegó!…

El Pueblo Mágico se inunda en delincuencia, desapariciones y “levantones”. Hace dos noches asaltaron un OXXO, el que está a un costado de Bomberos y curiosamente frente a donde siempre se paran patrullas de Seguridad Pública Municipal, que esa noche misteriosamente fueron abducidas por un OVNI o vaya usted a saber.

Ahí tiene más de dos meses que no aparece el periodista Tomás David Matus Galván, autor de la columna “Cafetópolis”, a quien los aguerridos manifestantes en contra de la violencia a periodistas no pelan ni hacen ruido.

Lo más extraño es que vecinos de la colonia Arenales, desde el viernes, reportaron el cuerpo de una persona tirada en el patio de una casa. La policía se hizo la occisa y no acudió a investigar. Pasó todo el sábado y el desconocido quedó tirado y nadie fue a recoger su cadáver. Surrealista.

Este domingo también le dieron el pitazo al Ejército Mexicano, pero los valientes se quedaron viendo el SuperBowl y puro chile que fueron a Coatepec a investigar. Total que hasta las 7 de la noche apenas y llegó personal del Ministerio Público y, al cierre de esta columna, no se sabe de la suerte del muertito.

No fue un domingo cualquiera… Bueno, sí. De SuperBowl y ganaron los Patriots. Por lo tanto, cúlpese de mi muerte al coordinador ofensivo y al baboso del quarterback de los Seattle Seahawks.

Neta, qué horrible decisión a menos de 50 centímetros del touchdown.